“Mirando el pasado más cercano…
y vivenciándolo”
En el año del Bicentenario Argentino, y pensando en nuestro proyecto anual: ARGENTINA 200 AÑOS CONSTRUYENDO IDENTIDAD propuse a mis alumnos “mirar hacia atrás” y preguntarles a los papás, abuelos y bisabuelos a qué jugaban y qué canciones cantaban cuando eran chicos.
Fue maravilloso el entusiasmo, la alegría y la admiración con la cual los nenes volvieron al aula con todo lo que sus papás y familiares les habían contado o enseñado; y esta se convirtió por un momento en “una escuela de antes”.
Pude ver a las nenas jugar a la farolera en los recreos, y a los varones intentar jugar a la payana diciendo todo el tiempo: Seño: -¡Qué difícil es!-; - ¿Cómo hacían los papás hace muchos años? -
A partir de esto pensamos en los grandes poetas argentinos, recitamos versos de amor y de risa de Carlos Silveyra y jugamos a inventar piropos. Nos divertimos y nos pusimos colorados pensando en los piropos que se escuchaban por las calles hace mucho tiempo atrás.
De esta manera, día a día, poquito a poquito llegó el momento en el cual les conté que seríamos los protagonistas del ACTO DEL 25 DE MAYO… ¡Qué importante Seño! Fueron las primeras palabras de algunos de los nenes, ya que sabían, que era el año del BICENTENARIO ARGENTINO...- ¿Y ahora?-...
Ahora solo quedaba plasmar arriba de un escenario todo el trabajo realizado desde el principio ya que los actos escolares, son una prolongación del trabajo aúlico, es decir, el aula es el sitio donde se gestan las ideas y los preparativos para darle forma al “número escolar”.
Fue así como cada uno de los nenes eligieron el personaje, la canción, el piropo, la ronda o juego que querían mostrar ese día en el acto. Una vez que organizamos los grupos, entre todos pensamos y aportamos ideas que nos enriquecían unos a otros. Nos ayudamos, colaboramos y modificamos aquello que “no se veía bien”, fuimos público y fuimos protagonistas en los ensayos. Así ese día todo salía bien…
Y así fue, como llegó el momento y pude ver a mis alumnos no solo brillar en el escenario, sino divertirse y disfrutar con total seguridad y soltura cada segundo que pasaban ahí arriba.
¡Gracias por acompañarme!
Docente: Natalia Medina