“En la carbonería, saqué mis cuadros del cuarto de baño y los fui
poniendo ante don Pío, que los fue mirando, detenidamente uno a uno sin hacer comentarios. Yo lo miraba a él, con el alma en un hilo (...) me dijo unas cuantas frases que cambiaron mi
vida (...) me dijo que tenía una manera nueva de ver y pintar (...) que en mis obras había
personalidad y vigor (...) que yo podía ser el pintor de La Boca (...)”.
Benito Quinquela Martín
Durante los meses de junio y julio, trabajamos en nuestro proyecto anual de Poesía. El mismo es uno de los más interesantes que propone el trabajo en segundo grado. La idea de poder trabajar, junto a los chicos, el género literario poético, nos remite a poder conocer estructuras de lectura y escritura que nos acompañarán como lectores críticos.
En el marco de este proyecto y del año del Bicentenario, articulamos nuestro trabajo con el arte de la plástica, conocimos al pintor Benito Quinquela Martín, indagamos sobre su vida, sus inicios en la pintura y sus obras. Nos sentimos muy conmovidos al observar el interés de los chicos por la historia de este hombre que forma parte de nuestro Buenos Aires.
Como docentes, consideramos interesante, poder acercar a los niños al análisis de las producciones, de esta manera, respondemos a la necesidad de generar en los niños una competencia particular para observar pinturas, en este caso, deleitarnos con este pintor del barrio de La Boca. Es por eso, que en el mes de julio, realizamos una visita al museo de Artes Plásticas Eduardo Sívori, allí pudimos disfrutar la obra de teatro “Quinquela y los barcos”, en la que el argumento invitaba a desplegar nuestra imaginación y nos colmaba de magia. Luego de divertirnos y conocer mucho más al personaje de la obra teatral, pudimos apreciar una de las obras de Quinquela Martín, la misma se encontraba expuesta sólo por algunos días con motivo de la conmemoración de los 200 años de nuestra Independencia. Fue maravilloso poder ser observador de los rostros de los chicos al presentar el cuadro “Reflejos”, no podían creer que algo tan lejano para ellos en la historia, en ese momento lo tuvieran tan cerca. Hicieron referencia a la técnica utilizada por Benito, sobre lo que ya conocían sobre él y sobre sus posibles “Realidades” inspiradoras para realizar esta bellísima producción.
Sostenemos, que no hay nada más maravilloso que acercarle a los niños el arte, poder observar detrás de sus ojos el mundo, nos lleva a avalar la idea de que los museos, pueden ser “Cosas de chicos”, en dónde los adultos, deberíamos poder contagiarnos de su naturalidad y de su amor por la pintura.
Como educadores, tenemos la obligación de mostrarle a nuestros “Bajitos”, todos los patrones que los ayuden a conocer el mundo más allá de la cotidianeidad. La educación no sólo pasa por las aulas, también se gesta en el afuera, en otras realidades y de otras maneras, es por eso que invitamos a nuestros niños a conocerla.
Docentes de 2º Grado